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ANTAMINA, MÁS ALLÁ DE 2036

Antamina, más allá de 2036

 

Cía. Minera Antamina, una de las operaciones combinadas de cobre-zinc más grandes del mundo, sino la más grande, ubicada en Ancash, tiene previsto ampliar su vida útil del año 2028 al año 2036, en la misma huella operativa, dijo a MinerAndina, el Ing. Víctor Gobitz, CEO de la compañía.

 

Con ese fin, presentó en abril del año pasado una modificación a su estudio de impacto ambiental del año 2019.

 

Bajo este concepto de ingeniería, “el tajo abierto va a crecer en la misma huella operativa existente, en los mismos terrenos superficiales, lo mismo que los botaderos de desmonte y lo mismo que la presa relaves. Son los tres conceptos claves. Esa es la particularidad y eso simplifica, creemos nosotros, la evaluación ambiental y maximiza la vida útil de Antamina al año 2036. Obviamente se le han incorporado cambios tecnológicos como sistemas de fajas, como renovación de equipos y otros”, explicó el alto ejecutivo, añadiendo que ello no significa incrementar el nivel de producción, ni la capacidad de planta de 145,000 tpd.

 

Si bien las ampliaciones son dentro de los mismos terrenos superficiales, las distancias de acarreo van a crecer y se está cambiando el tamaño de los camiones pasando a los de mayor dimensión en el mercado. “Son ultra-clases, casi 400 tpd. Igualmente, se están implementado proyectos para chancar y un sistema de fajas y un stacker, para el desmonte. Con ese sistema de mecanización, lo que vamos a hacer es, sacar desmonte de una manera más eficiente que con camiones, y con lo cual vamos a reducir el número de camiones”.

 

Con la reducción del número de camiones en la extracción del desmonte, se va a producir además un efecto de des carbonización, al haber un menor consumo de combustibles.

 

Pero eso no es todo, la compañía se encuentra elaborando un nuevo proyecto para extender la vida de Antamina más allá de año 2036, el cual aún se encuentra a nivel de estudios de ingeniería.

 

 

Un paso más, cobre arsenical

El Ing. Gobitz destacó que el Perú es un gran productor de mineral con contenido de cobre, pero el gran consumidor del cobre es China. “El 80% de la producción de cobre en concentrados del Perú va a China, es decir no estamos al pie del consumidor y eso es clave”. El Perú no tiene un mercado interno con suficiente tamaño como para consumir ese cobre.

 

Sin embargo, en el norte del país, hay varios yacimientos con cobre arsenical. “Ese es un mercado poco desarrollado; hay muy pocas fundiciones con capacidad de tratar cobre arsenical y ahí sí hay una oportunidad”, señaló el ejecutivo, enfatizando que, como país debemos tratar de incentivar la llegada de tecnologías para tratar cobre arsenical. “Hace mucho sentido hacerlo en el Perú; es un enfoque más bien de nicho”.

 

Enfoque exportador

Durante la Conferencia del Cobre de CRU, que tuvo lugar en Santiago de Chile, entre el 17 y 19 de abril último, Víctor Gobitz hizo una presentación, donde destacó la necesidad de tener un enfoque exportador como país, “que desarrolle una logística de ingreso y una logística de salida”.

 

Y esa es precisamente la característica de la industria minera, puesto que, en la “logística de ingreso”, a través de carreteras o infraestructura energética, logra ingresar y desarrollar territorios remotos “llevando insumos, equipamiento, tecnología”. Mientras que la “logística de salida” implica llevar la producción hacia la costa para exportarla.

 

“Esa logística, esa infraestructura que generamos, genera a su vez, integración de territorios remotos con la zona costera”, dijo. Enfatizó la necesidad de tener una mirada exportadora porque somos un país con un mercado interno pequeño y porque permite integrar los territorios, muchos sobre una geografía agreste.

 

“Qué mejor que la minería para genera esa infraestructura de integración. En ese sentido, la minería debe ser vista como un catalizador de esa integración transversal de territorios”.

 

Fuente: Minerandina