Pasar al contenido principal

Cuatro beneficios del juego como método de enseñanza

Cuatro beneficios del juego como método de enseñanza

 

La educación, especialmente en zonas rurales, enfrenta múltiples desafíos que se han acrecentado con la pandemia. La falta de recursos, la brecha tecnológica y la infraestructura deficiente son algunos de los obstáculos que se presentan ante los estudiantes. Esto se hace visible en lugares como Huancavelica, donde el 92,3% de escuelas se encuentran en el área rural y solo el 15% cuenta con acceso a internet. 

 

Los estudiantes no solo tienen un gran retraso en sus aprendizajes, sino que también es notable la escasez del desarrollo de sus habilidades socioemocionales; por ello, es necesario explorar nuevos enfoques que permitan innovar en la enseñanza, adaptarse al contexto y garantizar una educación de calidad. El juego, no solo se vincula a la diversión y el entretenimiento, sino que es un elemento fundamental que permite tanto el desarrollo cognitivo como el socioemocional, además de mejorar habilidades como la atención, la memoria, la resolución de problemas y la creatividad.

 

Susan Pacheco y Silvia González, coordinadoras de los Programas de Liderazgo y ¡Qué Maestro! de la Asociación sin fines de lucro Enseña Perú, en alianza con Scotiabank, brindan algunos beneficios al respecto:
 

  1. La diversidad: a través del juego se pueden utilizar diferentes recursos y adaptaciones para asegurar que los estudiantes se involucren y presten atención a su propio aprendizaje. Por ejemplo, auditivamente, se pueden incluir canciones y elementos sonoros que generen una conexión más fuerte. Visualmente, se pueden usar materiales como títeres o teatrines para fomentar su participación.
     
  2. Fuente de la curiosidad: este comportamiento es considerado como el motor del aprendizaje, pues en base a ello, los seres humanos aprendemos y entendemos el mundo. En la medida de que nuestra curiosidad se desarrolle más, vamos a poder crear mayores oportunidades de aprendizaje. Asimismo, generamos mayor confianza para hacer preguntas sin miedo al error, incentivando esta intencionalidad genuina.
     
  3. Aprendizaje sin esfuerzo: el juego es espontáneo por sí mismo y permite que quienes participen en el tengan esta mente abierta, haciendo que la información ingrese sin mayor sensación de sobreesfuerzo, permitiéndoles disfrutar del proceso.
     
  4. Las emociones: la neurociencia nos dice que sin emoción no hay aprendizaje. Por lo tanto, el juego es un importante aliado que permitirá que ésta se accione y se amplifique a un 200% en un contexto educativo, generando que el estudiante se conecte con su aprendizaje, disfrute, genere esta interacción y comparta con su entorno de manera mucho más presente.

 

Susan y Silvia, coordinadoras de los Programas de Liderazgo y ¡Qué Maestro! Impulsados por Enseña Perú, en alianza con Scotiabank, acompañan en el proceso de desarrollo de sus habilidades pedagógicas y de liderazgo, a 24 docentes en el distrito de Lircay, Huancavelica. Esta intervención permite trabajar por la educación, con la visión de construir espacios de aprendizaje que incluyan juegos y dinámicas para que los estudiantes de escuelas rurales puedan seguir aprendiendo a través de la diversión.